domingo, 12 de diciembre de 2010

El robot tetera

Este microrrelato lo escribí para el foro SteampunkSP. Se trata de un fragmento del universo que he creado, Heria. Disfrutadlo.

------------------------------


El palacio de los espejos resplandecía bajó las ultimas luces de la tarde al cruzar cualquier esquina de la ciudad. Las lámparas de gas anunciaban su dominio de las calles mientras los animales de tiro paseaban perezosamente los carros de sus amos.

Los piratas se cruzaron con más de un robot de servicio. Engendros mecánicos llenos de engranajes y chapas de metal. Uno de ellos soltó un silbido de vapor al pasar y dio un respingo que les recordó el cruce entre una tetera y un arlequín. La tripulación rió al unísono al verlo.

Fei Llamp, acostumbrado a sus monos de trabajo dentro de la nave, se sentía oprimido por aquel traje tan elegante como estirado. Sin embargo se olvidó de ello al ver pasar el robot tetera. Su mente, rápida como un relámpago, empezó a trabajar en el diseño de una tetera que sirviera sola. Al principio pensó que sería una idea descabellada más, una de esas que el capitán tildaba de peligrosos inventos. Sin embargo, algo en aquel ser mecánico le hizo pensar que sería posible.

Imaginó cómo aprovechar el propio vapor generado por la ebullición del té para dotar de movimiento a una rueda, que unida a un eje hiciera mover a la tetera por un raíl que debería construir en la mesa del comedor. Si conseguía que el vapor se concentrara lo suficientemente y una fuente de calor que pudiera transportar, incluso podría dotar a la tetera de patas, prescindiendo entonces de los raíles.

Tan absorto en su nuevo invento estaba que no se dio cuenta de que dejaba el grupo. Al advertir que ya no estaba con su tripulación se preguntó dónde habrían ido. La respuesta más lógica, pensó, era que hubiesen parado en una taberna para lo que ellos llamaban "reponer fuerzas", así que no se preocupó. Su andar errático mientras planeaba, le había llevado frente a una vieja tienda apenas iluminada por las luces de la calle. Su sorpresa fue mayúscula cuando encontró que era, ni más ni menos, que una tienda especializada en piezas mecánicas, tuercas, ruedas y engranajes. Además también vendían teteras.

Sin pensárselo dos veces entró en la tienda preguntándose como sabría el té en su nuevo robot tetera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Creative Commons License
Aquesta obra està subjecta a una llicència de Reconeixement-No comercial 3.0 Espanya de Creative Commons